jueves, 20 de octubre de 2016

Los niños también deben tener metas

Definir y trabajar en las metas que deseamos es bueno para todos, incluyendo los niños, así que en esta ocasión hablaremos de cómo ir enseñando a los pequeños a ponerse metas y cumplirlas. Esto les dará el hábito de convertir sus sueños en realidad y la disciplina de trabajar todos los días con la mente puesta en el logro de su objetivo.



Lograr metas es una de las habilidades más importantes que una persona puede aprender, y cuanto más temprano la aprenda, más probabilidades tendrá de tener resultados exitosos en la vida. Los adultos saben que la base para lograr una meta es la planeación, conseguir avances con ese plan y alcanzar los objetivos deseados en la meta establecida. Una vez que un niño aprende esta habilidad, le podrá sacar partido desde ahora para alcanzar más éxito en la escuela y en la casa.

Aprender a definir metas, a desarrollar su planificación y a trabajar en dicho plan para avanzar todos los días en la dirección correcta, les ayudará a los niños a tener mejores resultados en la escuela, en sus exámenes y también en otras actividades como el deporte, programas de música o de arte, aún en la casa y también para aprender a utilizar mejor el dinero. Enseñarles a tus hijos a que aprendan cómo lograr sus metas les dará una sensación de que son capaces de hacer todo lo que deseen, y eso es muy valioso. Si logras que tu hijo se ponga metas y que las cumpla ¿te imaginas lo que podrá hacer cuando sea mayor? Obviamente será un ejecutivo o empresario exitoso.



Cómo puedes ayudar a tus hijos a que se fijen metas y que las cumplan

Un niño tendrá que hacer básicamente lo mismo que un adulto, con la ventaja de que ellos son jóvenes y no tienen aún la carga emocional de tener responsabilidades, lo cual les facilita también el practicar esta habilidad hasta que la dominen sin ningún tipo de presión. Las metas deberán ser más pequeñas y más tangibles y recuerda que cuando él comience a lograr algo que deseaba habiendo hecho él su planeación y el trabajo necesario para conseguirlo, no sólo le irá dando esa preparación, hábito y mentalidad que se necesita para ser una persona exitosa, sino que además le dará mucha más satisfacción su éxito que si tú le das aquello que deseaba.

Que los niños aprendan a establezcer sus propias metas es con la idea de iniciarlos en el pensamiento a largo plazo, la planeación y la acción llevando a cabo los pasos necesarios hasta alcanzar su objetivo. Puedes enseñar a tus hijos a fijarse metas haciéndoles estas preguntas y siguiendo estos pasos:

¿Qué es lo que deseas lograr?
Ayuda a tu hijo a describir en términos específicos algo que le gustaría hacer para una fecha especifica (parte importante del proceso), que le tomará algún trabajo, algo de planeación y de constancia, como por ejemplo sacar una “A” o un “10” en el examen de matemáticas, ganarse un dinero para comprarse la bicicleta que él desea, etc.

¿Cómo llegarás ahí?
Ayúdalo a planear los pasos que deberá seguir y las pequeñas metas que deberá lograr en el camino de alcanzar su meta. Enséñalo a que decida qué es lo que tendrá que hacer primero, cuál será la siguiente acción, y así hasta conseguirlo.

Establecer la responsabilidad
Haz que el niño escriba lo que desea lograr y el plan que sabe que tendrá que llevar a cabo para alcanzar su sueño. Cuando tenga esto escrito ya en limpio, deberá leerlo cada día para que lo ayude a responsabilizarse de sus acciones, y a estar consciente de que si no trabaja en ello no logrará su propósito. Puede compartir su deseo contigo o con alguien más, un adulto en quien el niño confíe, para que lo ayude a mantenerse motivado, inspirado y en el camino correcto.

El éxito
No solamente lograr la meta final nos dará éxito, sino también las pequeñas mini metas que deberá alcanzar para llegar a su objetivo mayor, esas también hay que celebrarlas. Celebrar los éxitos grandes o pequeños es muy importante y es parte del proceso de mantenerse motivado, así que una vez que el niño vaya logrando avances en su plan de trabajo, hay que irlo alentando y motivando, y desde luego llegar al final de su meta establecida requerirá de mucha más celebración para que esto vaya sembrando en su mente lo bueno que es fijarse metas y lograrlas.

Revisión del plan y de los resultados
A lo largo del proceso y hasta el final, revisa cada semana con el niño el plan y cómo lo está haciendo. Podrá ir haciendo ajustes si lo considera necesario y pregúntale cómo se siente acerca del avance que ha tenido, y una vez que lo logre pregúntale cómo siente esta experiencia de haber logrado su meta.

Si tu hijo no logra su meta final, habla con él acerca de lo que pudo aprender con esta experiencia, porque aún así habrá aprendido lecciones muy valiosas acerca de fijarse una meta y de trabajar en su planeación, y lo más seguro es que también habrá aprendido mucho acerca de sí mismo. Un niño que logra sus metas será una persona segura de sí misma y con una alta autoestima. ¿No te gustaría eso para tu hijo?

Motívalo a que no se de por vencido con los sueños que son importantes para él y a que si un plan no funciona, tendrá que revisarlo, modificarlo e intentarlo de nuevo.

Al enseñarle a tus hijos esta habilidad les habrás dado el regalo más valioso que podrán utilizar por el resto de su vida. Les habrás dado el poder de conseguir cosas maravillosas en cada área de su vida. Organízate y enseña a tu hijo a organizarse.