viernes, 20 de mayo de 2016

La relación entre profesores y padres es clave para un niño

Cada mañana los niños preparan sus deberes, recogen sus mochilas, dejan su casa atrás y se disponen a ir a sus clases, probablemente acompañados de alguno de sus padres hasta la puerta. Al llegar allí el niño entra en otro ámbito de su vida, igual de válido y necesario. Este es el hecho clave que hace fundamental la relación entre profesores y padres.
En algunas ocasiones los educadores de ambos ámbitos (casa y escuela) pierden esta noción y se olvidan de que tienen funciones diferentes pero un objetivo común y que a la vez es el más importante: que ese niño que tienen en sus manos se abra al mundo en el que está de la mejor manera posible, para mejorarlo y mejorarse.

Uno de los requisitos que es beneficioso que se cumpla para que la relación entre profesores y padres sea óptima es entender las funciones que tienen que repartirse y que estas tienen que estar en consonancia entre sí. En otras palabras, no sirve de nada la educación que se pretende dar tanto en el colegio como en el hogar si es contradictoria.
Lo más favorable que puede ocurrir es que el niño sienta la credibilidad de la unión que se establezca entre su profesor y sus padres: los niños necesitan pruebas y aprenden de lo que ven. Si ellos constatan que la relación no es estable ni equilibrada, probablemente uno de estos dos ámbitos en los que vive se resienta.
En este sentido, es beneficioso que los padres sean conscientes de que no pueden desatenderse de lo que sus hijos hacen en la escuela, puesto que la tarea del profesor será poco eficiente si los padres se desentienden de ello. El niño necesita valoración, que crean en su capacidad de aprendizaje, que sus padres colaboren con la creatividad y sugerencias de sus profesores, etc.



La escuela no es el lugar al que se va para superar un curso con justas o injustas calificaciones y los padres no son profesionales de la educación: la comunicación y el respeto son vitales para mantener los lazos fuertes entre todos.