viernes, 29 de mayo de 2015

La educación de hoy, la educación de ayer

Si realmente aquello que aprendemos en la escuela es lo que nos prepara para nuestra vida adulta, ¿por qué cuando somos adultos no recordamos casi nada de lo que aprendimos entonces?



La ciencia, la tecnología han provocado grandes cambios en todas las facetas de nuestra vida. La mayoría de nuestras actividades cotidianas poco o nada tienen que ver con lo que hacían nuestros padres hace cincuenta años, y sin embargo, ¿ha cambiado la educación lo suficiente para adaptarse a los tiempos? En algún sitio escuche una anécdota que serviría para responder a la pregunta. Si alguna vez la ciencia descubriera la forma de poder viajar en el tiempo y como parte de sus experimentos trasladara a una persona del siglo XVIII hasta nuestros días, lo más lógico es que esta persona enloqueciera. Este viajero del tiempo perdería la cabeza al observar nuestros edificios, las ciudades, los aviones, la televisión, los hospitales, nuestras ropas,… Sin embargo, ironizaba este conferenciante, si al viajero del tiempo lo sentásemos en una de nuestras escuelas y asistiera a una clase, con los alumnos en sus pupitres y el profesor en su tarima, entonces… respiraría aliviado al tiempo que pensaría:¡ Por fin en casa!

Esto debería hacernos reflexionar a todos ¿no os parece?